Seguimiento de niños menores de 5 años

El control de la niña y niño sano es una actividad de supervición periódica, tanto del estado de salud, como del crecimiento y desarrollo, desde que nace hasta los 5 años, realizada por un equipo multidisciplinario, que incluye detección precoz de problemas de salud, prevención de accidentes, aplicación de inmunizaciones, evaluación del desarrollo psicomotor, medición de peso y talla para evaluar su crecimiento y estado nutricional; así como la orientación a padres o tutores sobre aspectos en la alimentación, estimulación temprana e higiene.

Nutrición.

Los tres componentes que determinan el estado nutricional del menor de 5 años son:

  • Ambiente.
  • Madre, padre o cuidador.
  • Factores inherentes al menor.

Se recomienda lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad y continuarla de forma no exclusiva hasta los 23. Realizar la ablactación de forma lenta y progresiva, iniciando con papillas de verduras, frutas y cereales sin gluten.

Granos con gluten: trigo, centeno, cebada, avena, espelta, kamut, triticale, escanda.

Granos sin glutenmaíz, arroz, amaranto, quinua, trigo sarraceno.

Hasta los 6 meses de edad, se recomienda dar leche materna todas las veces que el niño quiera, de día y de noche, al menos 10 veces por día. En cada mamada se tiene que motivar al bebé a que vacíe el pecho y luego ofrecerle mamar del otro lado. En la siguiente mamada, se debe iniciar con el pecho del que se alimentó por última vez. Está prohibido dar agua, otra leche, líquidos o sólidos.

Se recomienda el destete a la edad de 2 años. El niño debe tener su propio plato, para calcular cuánto come cada vez.

La edad preescolar se caracteriza por disminución en la velocidad de crecimiento y ganancia de peso, se manifestará con disminución del apetito e interés por los alimentos. El desarrollo psicomotor de esta etapa, le permite una adecuada manipulación de los cubiertos y es una época donde se deben crear hábitos alimentarios saludables.

De los 2 a 5 años, es útil el índice de masa corporal (IMC), antes de esa edad se emplea el peso para la talla. IMC = (peso[Kg] / talla [metros]) 2:

  1. Sobrepeso: IMC igual o mayor a percentila 75.
  2. Obesidad: IMC igual o mayor a percentila 85.
  3. Obesidad grave: IMC igual o mayor a percentila 97.

Crecimiento y desarrollo psicomotor.

Es un proceso continuo y se da de forma ordenada, cada etapa representa un nivel de madurez con características muy singulares en cada área: sensorial, motora, comunicativa y cognitiva.

Los signos de alarma neurológicos que se pueden presentar a cualquier edad, son:

  • Macrocefalia.
  • Microcefalia.
  • Movimientos oculares anormales.
  • Hipotonia.
  • Arreflexia osteotendinosa generalizada.

El desarrollo neurológico en el menor de 5 años, en las áreas motriz gruesa y fina, lenguaje y socialización se evalúa por medio de la Prueba de Denver Revisada.

Displasia acetabular de cadera. Existe una serie de signos físicos que cambian con el crecimiento, deben de buscarse:

  • Asimetrías en pliegues.
  • Alteraciones de la longitud de los miembros inferiores.
  • Alteración en la movilidad de la cadera (normal abducción de 75° y adducción de 30°)

Se recomienda buscar intencionadamente, datos clínicos de displasia de desarrollo de la cadera desde el nacimiento.

Los beneficios de gatear son:

  • Independencia para desplazarse.
  • Control de movimientos alternos de piernas y manos.
  • Desarrollo de la columna y músculos, preparandolo para la marcha.
  • Desarrollo de los hemisferios cerebrales.
  • Desarrollo del sentido táctil.

Prohibir el uso de andadera.

Los controles recomendados para evaluar la visión, son:

  • A los 28 días y 6 meses, valorar el comportamiento visual y descartar anomalías oculares.
  • De 6 meses a 2 años, realizar pruebas de oclusión para detectar estrabismo o ambliopía.
  • Mayores de 2 años, medir la agudeza visual con los optotipos infantiles.

Para la detección de hipoacusia neonatal se utilizan los siguientes métodos, que tienen una sensibilidad de 99.9%:

  • Otoemisiones acústicas.
  • Potenciales evocados acústicos del tronco cerebral.

Después del primer mes de edad, la valoración de hipoacusia se realiza con métodos subjetivos como reacción a sonidos del medio ambiente y la forma de comunicación de acuerdo a la edad.

Se tiene que identificar la hipoacusia antes de los 3 meses y comenzar el tratamiento antes de los 6 meses de edad.

Actividad física.

Se recomienda promover el juego libre bajo supervisión de un adulto. Cualquier actividad debe ser segura y supervisada, por ejemplo: caminar, correr, nadar, brincar o juegos con pelota.

Hacer énfasis en el transporte activo y limitar el tiempo de televisión o videojuegos en menos de 2 horas al día.

Se establece que si ambos padres son obesos, el riesgo para la descendencia será del 69 a 80% y cuando es un solo padre, será de 41 a 50%. Existen otros factores que pueden causar problemas de obesidad, por ejemplo, los patrones alimentarios y el sedentarismo.

En México, el factor de riesgo que se asocia a la obesidad en infantes, es la modificación en los patrones alimentarios; con dietas de alto valor calórico. Se encontró un incremento en el porcentaje de alimentos ricos en carbohidratos refinados (refrescos) y una disminución en el consumo de frutas, vegetales, carnes y lácteos.

En la población mexicana, el riesgo de obesidad en los infantes se incrementa en un 12% por cada hora de televisión. Se estima que el tiempo promedio que dedican las niñas y niños a la televisión o los videojuegos es 4.1 horas por día (DS +– 2.2 horas).

Los grupos de edad más vulnerables a la deficiencia de hierro se encuentran entre los 12 y 23 meses de edad.

Vigilancia y seguimiento.

El niño/a menor de 5 años, recibirá el número de consultas según su edad:

  • Menor de 30 días: 2 consultas, en los días 7 y 28.
  • De 1 a 12 meses: 6 a 12 consultas.
  • De 1 a 4 años: 1 consulta cada 6 meses.
  • 5 años en adelante: 1 consulta anual.

Cuando el crecimiento y estado nutricional es deficiente, será cada 30 días en menores de 5 años.

Pruebas de detección específica.

La detección de enfermedades metabólicas congénitas consiste en la medición en sangre del talón de:

  1. Hormona estimulante de tiroides (Hipotiroidismo congénito).
  2. 17 -alfa-hidroxiprogesterona (Hiperplasia suprarrenal congénita).
  3. Fenilalanina (Fenilcetonuria).
  4. Biotina (Deficiencia de biotinidasa).
  5. Galactosa (Galactosemia clásica).

Se tiene que garantizar la toma del tamiz neonatal ampliado a todos los recién nacidos, entre el 3° y 5° día de vida.

Referencia.

Se deben referir pacientes con perimetro cefálico fuera de valores normales y/o 2 o más signos de alarma de retraso psicomotor.

Los infantes con sobrepeso y obesidad, se consideran de alto riesgo para desarrollar trastornos metabólicos como hiperinsulinemia y dislipidemia; cuando presenten uno o más de los factores de riesgo relacionados:

  • Antecedentes de padres o familiares de primer grado con problemas metabólicos (DM, HAS, dislipidemia…)
  • Presencia de acantosis nigricans.
  • Presión arterial en decúbito por arriba de la percentila 90 para la edad.
  • Circunferencia de cintura mayor a 90 cm, determinándola a nivel de la cicatriz umbilical.
  • IMC superior a la percentila 97 para la edad.

 

Con información de: Control y seguimiento de la nutrición, el crecimiento y desarrollo de la niña y del niño menor de 5 años . México: Secreteraía de Salud; 2 de diciembre de 2015

 

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